Progress Flag with some animal species matching colors. What's "natural in biology" is diversity.

“Biología es biología”: ¡y es queer!

Alrededor del año 2006 mis amigos recibían peces “molly amazonas” como regalo de mi parte para casi cualquier ocasión. Mi hermana y yo teníamos un “molly amazonas” incontrolable en nuestra pecera: daba a luz a más peces de los que podíamos tener en esa pecera y casi cada dos semanas. Pero sólo teníamos a una “molly amazonas”. ¿Cómo estaba ella constantemente embarazada?!

Entre muchas otras especies (incluyendo otras especies de mollys), inicialmente sólo teníamos una de estas “mollys amazonas“, un pez de agua dulce nativo de Texas y el norte de México. El nombre no tiene nada que ver con el río Amazonas, sino que hace referencia a las sociedades de guerreras y cazadoras (las Amazonas) de la mitología griega. Resulta que esta especie de pez es totalmente femenina – ¡no hay machos de la especie! – y se reproduce asexualmente (por partenogénesis) desde hace al menos 100,000 años.

En la naturaleza existen diferentes formas de partenogénesis.

La partenogénesis es un tipo de reproducción asexual en la que los óvulos pueden desarrollarse hasta convertirse en un adulto sin necesidad de espermatozoides (es como decir un “parto virgen”). En algunos casos, dos óvulos se fusionan, en otros los cromosomas se duplican tras la meiosis. Se sabe que muchos invertebrados se reproducen de este modo, como los pulgones, algunos caracoles y muchos animales acuáticos planctónicos. Que yo sepa, aún no se conoce ningún mamífero que se reproduzca de esta manera – aunque algunas de las religiones más practicadas en la actualidad reivindican cierta historia sobre un nacimiento virgen en los humanos-. En fin…

¡No son sólo invertebrados!

En 2006, dos dragones de Komodo cautivos se reprodujeron partenogenéticamente en dos zoológicos del Reino Unido. Del mismo modo, un año después, dos hembras de tiburón martillo en cautividad dieron a luz tras haber pasado bastante tiempo sin convivir con machos. Tras explorar la posibilidad de que hubieran almacenado esperma a largo plazo (que sucede en algunos animales), las pruebas genéticas demostraron que estas tiburones acababan de reproducirse partenogenéticamente. Ambos casos ejemplifican cómo una especie no está ligada a un solo tipo de reproducción, sino que algunas pueden reproducirse tanto sexual como asexualmente.

Aunque la reproducción asexual es anterior a la sexual en la historia evolutiva, muchas especies asexuales modernas tienen ancestros sexuales, y algunas todavía necesitan cierta estimulación sexual para reproducirse. Estas pueden reproducirse a través de la cleptogénesis o la ginogénesis: tipos de partenogénesis con una pizca de esperma.

Debajo de los troncos de los bosques pantanosos cercanos a los Grandes Lagos de Estados Unidos viven individuos de salamandras cleptógenas. En la cleptogénesis, un individuo de una especie unisexual (por ejemplo, especies con sólo hembras) puede robar el esperma de un macho de una especie estrechamente relacionada y utilizarlo para reproducirse. La mayoría de estas poblaciones son poliploides (recordatorio rápido: tú eres diploide). La cleptogénesis ya se ha observado en varias especies de anfibios.

La ginogénesis es el caso del pez “Molly Amazonas”, en el que las hembras requieren un macho para pretender aparearse, utilizando este macho como “estimulante hormonal”. Pero nada del material genético del macho se transmite a la siguiente generación. En su lugar, las hembras molly sólo engañan a un macho de una especie estrechamente relacionada para estimular su ovulación, pero los espermatozoides se degeneran y nunca se fusionan con el núcleo del óvulo – no pasa a formar parte del material genético de las “Molly Amazonas”.

De forma similar, el lagarto cola de látigo (Aspidoscelis uniparens) es una especie de sólo hembras, pero su estimulante comportamiento de apareamiento se da entre ellas mismas. Un baile lésbico, le han llamado.

La homosexualidad en la naturaleza

La reproducción está sobrevalorada (claro que es necesaria, pero no es todo lo que implica la supervivencia de una especie). Pasemos de la reproducción y entremos en el comportamiento y la sexualidad (que no es lo mismo que el sexo).

Las diferentes formas de reproducción que he mencionado sólo se han documentado en menos de 100 especies de vertebrados hasta ahora, sin embargo, la homosexualidad se ha documentado ya en más de 1500 especies animales: desde invertebrados hasta peces, aves, mamíferos (¡incluidos nosotros!).

El comportamiento homosexual es más común en las especies sociales. Los científicos evolucionistas tienden a buscar obstinadamente la razón de ser de los rasgos o características de una especie, incluido el comportamiento. Se han propuesto varias hipótesis para la homosexualidad en el reino animal. Algunas sugieren que los individuos atraídos por el mismo sexo no se reproducirán pero contribuirán a cuidar de las crías del grupo; la atracción por el mismo sexo podría haber evolucionado para facilitar la integración social; e incluso la idea de que tal vez la atracción por el mismo sexo es la línea base y la atracción sexual por el sexo opuesto es la novedad.

Se han observado ya varias veces parejas de pingüinos del mismo sexo cuidando de los huevos y criando juntos a los polluelos. Lo mismo se ha documentado en los buitres. De hecho, muchas especies de aves forman parejas del mismo sexo.

Uno de nuestros parientes más cercanos, los Bonobos, disfrutan teniendo relaciones sexuales con cualquier otro bonobo y utilizan el sexo como una herramienta para hacer las paces (a diferencia de nuestros otros parientes cercanos, los Chimpancés, que son más agresivos y prefieren una buena pelea en lugar del sexo). Algunos investigadores afirman que los bonobos son una especie completamente bisexual, y que no utilizan el sexo sólo para reproducirse: sellan tratos, hacen las paces y simplemente disfrutan. Otros animales que se han documentado teniendo parejas y/o relaciones sexuales del mismo sexo incluyen: leones, delfines, bisontes, ánades reales, ovejas, murciélagos, elefantes, marmotas, macacos, lagartos… la lista continúa.

Llamar homosexuales a los animales no humanos ha sido controvertido, y realmente sólo podemos inferir algunas cosas del comportamiento que observamos. Pero lo fundamental aquí es: la homosexualidad es natural y siempre ha estado allí.

Cambios de sexo en los animales

Los animales también pueden cambiar de sexo. Si la película Buscando a Nemo quisiera ser más precisa, el padre de Nemo tendría que haberse convertido en hembra (protandria) después de que la madre se fuera. Los lábridos (otros peces marinos) hacen algo similar pero de hembra a macho (protoginia). Algunos animales pueden ir y venir a lo largo de su vida.

Además de cambiar de sexo, hay animales que son macho y hembra al mismo tiempo (ginandromorfismo), y algunos que tienen ambos tipos de órganos reproductores (hermafroditas). La mayoría de las plantas y una miríada de invertebrados son hermafroditas. Pero todo esto no es exclusivo de estos parientes tan lejanos, hay diferentes casos de ginandromorfos ya documentados en reptiles y aves.

“Es XX y XY”: la mentira del sexo cromosómico.

La presencia o ausencia de un cromosoma “Y” en los humanos no supone una gran diferencia. El gen de determinación del sexo biológico (SRY), que se encuentra principalmente en el cromosoma Y, también se ha encontrado en el cromosoma X (ver varones XX, por ejemplo). Probablemente se trata de un intercambio que se produce durante la recombinación (en la meiosis).

Como decía mi profesor de genética: “en la genética, todo es posible”. Hay muchas otras diferencias y expresiones cromosómicas, incluso personas con cromosomas XY que físicamente parecen niñas (Síndrome de Insensibilidad a los Andrógenos) o personas con cromosomas XX que tienen algo aparentemente más parecido a un pene (Hiperplasia Suprarrenal Congénita). Descubrir estas diferencias genéticas después de la idea de XX/XY nos ha hecho pensar que el XX/XY es “la norma” y todo lo que no sea eso es “anormal”. Normal es una palabra bastante fuerte. Pero estas diferentes combinaciones o expresiones cromosómicas son tan comunes como los gemelos, y nadie está diciendo a los gemelos que no son reales. No hay absolutamente nada malo en nadie con estas diferencias cromosómicas.

No hay absolutamente nada de malo en que alguien que con o sin genética subyacente se sienta atraído/a por cualquiera y se identifique como se identifique.

La biología es diversa – la diversidad es lo natural.

“Biología” y “natural” son diversidad. No hay una distinción biológica absoluta entre machos y hembras, y probablemente nos estamos equivocando al tener como opciones únicamente “macho o hembra” de todos modos. Reducir una vida humana a los genitales y a la capacidad (y voluntad) de reproducirse hace más daño del que muchos se percatan.

Desgraciadamente, es frecuente (y frustrante) que la gente intente utilizar violentamente ideas subjetivas de “naturaleza” y afirmaciones biológicas anticuadas para defender su homofobia, transfobia y otras actitudes peligrosas, y nos acuse burlonamente a los biólogos de “no saber biología” cuando decimos que el género y la sexualidad son fluidos, diversos y definitivamente no binarios. “La biología es la biología” parece ser un argumento común -e inútil-, y espero haber proporcionado una buena imagen de lo diversa y no binaria que es realmente la naturaleza. Pero esta sigue sin ser una respuesta satisfactoria para mí.

La naturaleza es sorprendente, sí, pero no es una guía moral para las sociedades humanas en las que vivimos. Sí, somos animales, nuestra propia especie en biología, pero también somos una especie social e individuos capaces de tomar decisiones conscientes. La moral y la ética son conceptos muy humanos y son subjetivas en el espacio y en el tiempo. La naturaleza no debería ser nuestra brújula moral: hay patos que realizan “cópulas forzadas”, bichos que meten sus genitales en cualquier parte del cuerpo de “su pareja” y gansos que derriban y ahogan a todo lo que vuela cerca de su territorio. Eso es la naturaleza y nosotros no deberíamos hacer nada de eso. Deja de intentar usar la naturaleza para justificar tus malos comportamientos: no deberías necesitar una justificación científica para ser un ser humano decente y respetuoso con los demás. Sin excepciones.

Lectura recomendada:

La invención de la heterosexualidad, (en inglés) de Brandon Ambrosino (2017).


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Referencias:

  1. Barron & Hare. 2020. Prosociality and a Sociosexual Hypothesis for the Evolution of Same-Sex Attraction in Humans. Frontiers in Psychology.
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  3. Warren, W.C. et al. 2018. Clonal polymorphism and high heterozygosity in the celibate genome of the Amazon molly. Nature Ecology & Evolution. 2, 669:679
  4. Engelstädter, J. 2017. Asexual but Not Clonal: Evolutionary Processes in Automictic Populations. Genetics 206(2): 993-1009.
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  9. Loewe, L. & Lamatsch, D.K. 2008. Quantifying the threat of extinction from Muller’s ratchet in the diploid Amazon molly (Poecilia formosa). BMC Ecology and Evolution 8(88).
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  11. Neiman, M. 2006. Embryo production in a parthenogenetic snail (Potamopyrgus antipodarum) is negatively affected by the presence of other parthenogenetic females. Invertebrate Biology 1(125): 45-50.
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