A brown-eyed-tree-frog, whose scientific name is Agalychnis moreletii, sits on a branch facing left. Background blurred.

Temblando por sexo: biotremulación en las ranas de Morelet

Probablemente ya has visto a las famosas ranas de árbol de ojos rojos (Agalychnis callidryas), aunque sea en fotos o documentales del Neotrópico. Entiendo que sean súper famosas, pues son lindas, pero para traer a la fama a una de sus especies hermanas, hoy te traigo aspectos interesantes sobre la reproducción de las ranas de árbol de ojos negros: Agalychnis moreletii.

Aclaremos una cosa de una vez: sus ojos son en realidad ROJO OSCURO, pero en condiciones de luz “normales” para el ojo humano se ven negros. Sigamos…
Agalychnis moreletii, rana de árbol de ojos rojos, sobre fondo blanco.

No es ningún secreto que las ranas cantan. Todos hemos leído libros de ranitas cantando “ribit ribit” o “quack quack”. Probablemente también has esuchado otros tipos de cantos y los has confundido con insectos (algo muy común, al menos en el Neotrópico). La diversidad de cantos es incluso más que la diversidad de especies de ranas. ¿Cómo? De la misma manera en la que vos no le hablarías a tu pareja de la misma forma en la que le hablas a tu mascota, las ranas también tienen distintos cantos para distintas situaciones. Sin embargo, los rituales de apareamiento de Agalychnis moreletii van más allá que simples “cantos”.

Agalychnis moreletii viven en bosques bajos y montanos tropicales y subtropicales húmedos, cerca de cuerpos de agua lénticos permanentes o temporales, como estanques, en Mesoamérica. Son ranas arbóreas, así que están adaptadas para subir árboles fácilmente y usualmente se pasan los días en lo alto del dosel.

Dos ranas de ojos negros, Agalychnis moreletii. A la izquierda, la más grande en tamaño, es la hembra. A la derecha, una más pequeña, es el macho. Ambas se encuentran sobre una hoja de palma que cubre todo el marco de la imagen.

Esta especie presenta dimorfismo sexual, en donde los adultos macho son evidentemente más pequeños que las hembras (imagen anterior). Fuera del tamaño y sus genitales tan discretos, la forma y coloración son muy similares en todos los individuos. Así que, ¿cómo saben las hembras quién es “EL indicado”?

Todo está en la serenata

Sí, adivinaste: ¡cantando! Los cantos de las ranas tienen distintas características que las hembras juzgan, como la duración, la tasa, y frecuencia de los cantos. Pero cantar no sale barato. Cantar requiere mucha energía metabólica, y esta es la razón por la que los cantos son un indicador de qué tan “fit” está el macho, no sólo genéticamente, pero también qué tan eficientemente utiliza sus recursos disponibles. Así que una buena combinación de esas caractrísticas del canto le da a las hembras una idea de la energía, motivación y disponibilidad del macho.

A las llamadas que los machos emiten para atraer hembras les llamamos “zworps”.

Imagen tomada  del artículo científico original. En ella se muestran cuatro gráficas con cuatro características de los cantos de ranas, como su duración y frecuencia.
Briggs 2010

Entonces…¿las ranas macho se la pasan cantando por doquier esperando a que las ranas hembra vengan a pedirlo? 

No exactamente. A. moreletii tiene un comportamiento de cantos estereotípico – que, en mi opinión, es uno de los rituales más tiernos que existe. Poco después del atardecer, los machos bajan del dosel y se distribuyen por la vegetación, usualmente rodeando un cuerpo de agua (usualmente areas temporalmente inundadas al inicio de la época lluviosa), y empiezan a cantar en coros. Esto empieza tipo 1900H. Sin embargo, las ranas hembra no llegan sino hasta las 2300H o despuecito de la media noche. Encima de todo, usualmente no se aparean en la primera noche. Sí, se hacen las difíciles – a todas nos cuesta encontrar al indicado, ¿no?

Otra característica importante es la motivación de los machos, así que ellas llegan noche tras noche para ver qué machos siguen atendiendo e invirtiendo su tiempo y energía en los coros. El número de noches que un macho atiende a los coros (indicando que aún tiene buenas reservas de energía) es entonces un factor importante.

Las hembras ovulan una, quizá dos veces por época reproductiva, ¡por supuesto que van a ser minuciosas!

Media vez elige al Tenor, la hembra se muestra receptiva y no “pelea” al macho que intente amplexarla (amplexus – palabra fancy para esa posición en la que las ranas se aparean). La hembra libera los huevos mientras el macho se aferra a ella (amplexo axilar en A. moreletii) y fertiliza los huevos conforme ella los va posicionando sobre hojas de palmas sobre el lago o estanque. Los huevos fertilizados eclosionarán 4-6 días después y los renacuajos caerán directamente en el agua.

Huevos fertilizados de las ranas de ojos negros. Se ve como una masa de gelatina transparente, con pequeñas bolas color verde claro.
Huevos fertilizados (menos de 12 horas) de Agalychnis moreletii

Pero no todos los machos cantan

Hay algunos “machos satélite” que se van a ir a sentar cerca de machos que cantan, pretendiendo así que es él el que está emitiendo esos cantos cuando las hembras se acerquen. Bastardos.

Algunas veces incluso encontrarás un macho intentando amplexar a otro macho, no por pelear, pero por haberlo confundido con una hembra. En estos casos, los machos tienen distintos cantos, “chucks”, que es otra manera de comunicación intrasexual intraspecífica para hacerle saber al otro macho que está más confundido que Adán en el día de la madre.

Otra pregunta común sobre este comportamiento es: ¿todos los machos cantan igual? Briggs (2010) encontró evidencia que respalda la idea de quizá poder diferenciar individuos dependiendo de sus cantos. Increíble, ¿no? Realmente podríamos llegar a nombrar a cada ranita individuo por individuo.

Como en todo el reino animal, la reproducción puede ser dirigida simplemente por la selección de las hembras, o puede involucrar competencia macho-macho también. Aquí entra en juego otro tipo de comunicación intraespecífica de nuestras ranitas de ojos negros: tremulación. 

Biotremulación

La tremulación es básicamente un show de “vibraciones”. En el caso de A. moreletii, los machos exhiben este comportamiento cuando otro macho está muy cerca de su territorio de cantos. 

Visualización de la biotremulación tomada del artículo científico original de  Serrano et al 2018.
Entra aquí para ver vídeos del comportamiento click here! (El enlace a la publicación científica original está al final de esta entrada)

La tremulación en la rana de ojos rojos (A. callidryas) ya se había reportado antes, pero Serrano et al. (2018) la reportaron para la de ojos negros (A. moreletii) al observar el comportamiento en una población en Guatemala.

Los macho básicamente sacuden el trasero para hacer que la vegetación tiemble. Estas son vibraciones muy bajas que se cree sólo pueden ser percibidas por miembros de la misma especie, a manera de “advertencia”, para intentar impedir desperdiciar energía en una pelea física que prefieren invertir en sus cantos. Si la tremulación no funciona, utilizan sus “cantos para machos” (“chucks”) como segundo intento de advertirle al otro macho que se aleje. Si esto sigue sin funcionar, llegan al punto de empujar y patear al otro macho. ¡Serrano et al. (2018) incluso reportaron la tremulación DURANTE el amplexo!

Estas demostraciones de tremulación son, probablemente, únicamente un comportamiento reproductivo, ya que hasta el momento no se ha observado en la época seca.

¿No es el sexo anfibio asombroso? 

Un individuo de las ranas de ojos negros, vista de frente, con los ojos cerrados. Se pueden observar los párpados reticulados. La rana se encuentra sobre un fondo blanco.

Pero el futuro no se ve muy bueno para estas ranas…

Tristemente, como toda la biodiversidad a nivel mundial, esta especie tampoco se escapa de algunas amenazas que nosotros provocamos. Principalmente la destrucción de su hábitat y expansión urbana terriblemente planificada están restringiendo a las poblaciones de estas ranas. Ahora que ya sabes lo importante que es la comunicación acústica para estas ranas, sabes que la expansión urbana no es un problema únicamente por la reducción del hábitat, sino también por la contaminación acústica.

Esta interferencia puede forzar a los machos a cambiar su comportamiento, lo cual podría implicar la inversión de más energía en el canto, provocando que atiendan menos noches de coros, defraudando a las hembras.  Esto, si es que las hembras aún pueden escucharlos encima de todo el bullicio urbano. De hecho, es posible que incluso dejen de cantar antes de que las hembras lleguen. 

De Kaiser et al. 2010
Experimental pond: con ruido añadido.

Hay una última amenaza sobre esta especie, una en la que TODOS podemos hacer algo al respecto y eso es el tráfico de vida silvestre. Esta especie está dentro del apéndice CITES II. De acuerdo a algunos reportes de la CITES e IUCN, la principal demanda de estas ranas como mascotas viene de Norteamérica y Europa. Así que riega la noticia y diles a tus amigos y familiares que la vida silvestre NO debe convertirse en mascotas, y que esto promueve la destrucción de sistemas tropicales, biodiversidad, e incluso seres humanos.


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Referencias
  1. Serrano, M., J.J. Cruz, M. Villatoro-Castañeda & D. Ariano-Sánchez. 2018. Tremulation Display in Male Agonistic Behavior of the Black-Eyed Leaf Frog (Agalychnis moreletii: Hylidae). Animal Behavior and Cognition. 5(2):222-228

  2. Briggs, V.S. 2010. Call Trait Variation in  Morelett’s Tree Frog, Agalychnis moreletii, of Belize. Herpetologica. 3(66):241-249

  3. Kaiser, K., D.G. Scofield, M. Alloush, R.M. Jones, S. Marczak, K. Martineau, M.A. Oliva & P.M. Narins. 2010. When Sounds Collide: The Effect of Anthropogenic Noise on a Breeding Assemblage of Frogs in Belize, Central America. Behavior. 148:215-232

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