A parrot snake, LEptophis ahaetulla, from the Ecuadorian Amazon with its mouth wide open, the body somewhat coiled in defensive position.

Venenos no tan venenosos

Esta fue probablemente la primera serpiente que me mordió. No es que otras no lo hayan intentado, pero estas en particular tienen un mal genio. Hoy te presento a la culebra perico verde, Leptophis ahaetulla, una especie de colúbrido de amplia distribución. Deambulan de árbol en árbol, durmiendo en la vegetación baja durante la noche (sí, son diurnas), y pasan la vida alimentándose de un amplio menú de ranas, otros reptiles y, a veces, aves. Pero quizá te estás preguntando qué me pasó a mí después de esa mordida. Bueno, aunque esta especie sí es ligeramente venenosa, su anatomía y fisiología no suponen un gran riesgo para los humanos. ¿Por qué? Déjame explicarte.

Una de las maneras de clasificar a las serpientes se basa en su dentición. Las serpientes que tienen colmillos en la parte frontal de su maxila pueden ser Proteroglifas (colmillos fijos) o Solenoglifas (colmillos móviles). Las Aglifas no tienen ningún par de dientes especializaados (i.e. sin colmillos). El cuarto grupo, al que pertenece nuestra serpiente perica, es el de las Opistoglifas: estas tienen un par de dientes alargados en la parte posterior de la maxila. Así que estas deben manipular a sus presas de cierta forma hasta poder alcanzarlas con los colmillos. Esta es la principal razón por la cual no me sucedió nada a mí, ya que mi mano nunca llegó tan adentro.

¿Qué tan malo pudo haber sido?

Leptophis ahaetulla del bosque nuboso de Baja Verapaz, Guatemala

El veneno de la mayoría de las Proteroglifas y Solenoglifas ha sido estudiado desde hace algún tiempo, pero los colúbridos han sido bastante ignorados en el sentido toxicológico (también porque es difícil obtener buenas cantidades de veneno de sus colmillos traseros). Sánchez et al. (2018) investigaron un poco más a profundidad en una Leptophis ahaetulla de América del Sur.

Los dos primeros grupos de serpientes que mencioné (que en su mayoría cubren a las familias Viperidae, Elapidae y Atractaspididae) tienen glándulas de veneno grandes que están rodeadas de tejido muscular fuerte. Este tejido muscular proporciona la fuerza para su sistema de inyección rápida.  Estas glándulas venenosas son glándulas salivales modificadas, por lo que al igual que nosotros que estamos constantemente produciendo saliva, ellas están siempre produciendo veneno.  Sólo quería aclarar el mito que dice “después de que una serpiente muerde, se queda sin veneno por un tiempo”. ¡Eso NO es verdad!

Nuestras queridas opistoglifas, por otro lado, tienen lo que se llama glándula de Duvernoy. La glándula de Duvernoy es homóloga a las otras glándulas venenosas, pero anatómica y funcionalmente distintas. En primer lugar, no están rodeadas de tejido muscular fuerte, por lo que carecen de este aumento de fuerza extra para la inyección de veneno. Los compuestos bioactivos producidos aquí muestran toxicidad presa-específica. Esto basándose en los resulados de experimentos en  ratas de laboratorio que mostraron una baja toxicidad en ellos y en el análisis de los componentes del veneno se encontraron proteínas débiles (<30kDa) que no suelen ser perjudiciales para los mamíferos pero que podrían ser para ranas y reptiles.

En general, tiene una neurotoxicidad débil hacia los mamíferos. Según algunas publicaciones clínicas, si me hubiera inyectado veneno no me hubiera sucedido mayor cosa (algo de ardor y picazón  tratables).

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Es importante recordar que la producción de veneno para cualquier especie es energéticamente costosa. Si te encuentras con una serpiente y no estás seguro de si es venenosa o no, sólo mantente lejos, ellas no quieren lastimarte. De hecho, no les podríamos importar menos. ¡Ellas no quieren desperdiciar su veneno en un humano en lugar de su almuerzo!



FunFact!

Sánchez et al. (2018) encontraron grandes cantidades de melanina en la glándula de Duvernoy (ve mi artículo anterior para aprender sobre el rol de la melanina en la coloración de los reptiles). Esta cantidad de melanina podría deberse a la falta de cobertura muscular gruesa sobre la glándula de Duvernoy. La melanina la protege contra la radiación UV y, por lo tanto, evita la fotodetoxificación de los componentes venenosos. Esto tiene sentido no sólo por la funcionalidad de la melanina sino porque estas serpientes son diurnas.


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Referencias
  1. Sánchez, M.N., Teibler, G.P., López, C.A., Mackessy, S.P. & Peichoto, M.E. 2018. Assessment of the potential toxicological hazard of the Green Parrot Snake (Leptophis ahaetulla marginatus): Characterization of tits venoms and venom-delivery system. Toxicon. 148:202-212.
  2. Lawson, R., Slowinski, J.B., Crother, B.I., Burbrink, F.T. 2005. Phylogeny of the Colubroidea (Serpentes): New Evidence From Mitochondrial and Nuclear Genes. Molecular Phylogenetics and Evolution 37(2005):581-601.

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