GuestPost: El otro lado de la salud por Yaimie López

¿Qué se les viene a la mente cuando piensan en salud? Médicos, enfermeras, hospitales, clínicas, estudiantes de medicina, vacunas, farmacias. Todas estas personas y dependencias están relacionadas con el manejo de salud, prevención de enfermedades y tratamiento de las mismas. La salud, sin embargo, es más que eso. Por ejemplo, ¿cómo descubrió Jenner que las lecheras que habían tenido contacto con la viruela de las vacas, no contraían la viruela humana? Haciendo investigación.

En esta entrada de blog quiero dedicarme a hablar sobre las personas involucradas en salud que generalmente son ignoradas: los investigadores. Si bien es cierto, muchos de los investigadores son médicos, hay una rama de la investigación en salud colonizada por los veterinarios, bioquímicos y biólogos. “¿QUÉ? ¿Pero no se supone que un biólogo anda recogiendo animalitos en el bosque y tomándoles fotos o trabajando en conservación? Entiendo que los veterinarios tengan que ver en salud, ¡pero de animales!”

Un paso a la vez. Primero, debemos recordar que como seres humanos, pertenecemos a un gran ecosistema y que tenemos interacciones con todo tipo de organismos (animales, plantas, virus, hongos, bacterias). Segundo, muchas de las enfermedades, como malaria, enfermedad de Chagas o el virus de Zika son transmitidas por vectores. Los vectores generalmente son artrópodos (mosquitos, chinches, pulgas, garrapatas). Cada uno de estos animales tiene su propia historia biológica, un ciclo de vida que puede influir en la capacidad de transmitir un agente que cause una enfermedad y alguien debe estudiar ese ciclo de vida. Tercero, la mayoría de enfermedades infecciosas no son diagnosticadas y se registran como “febriles”. Varios estudios, de varios países, han encontrado que estas enfermedades son zoonóticas.

¿Zooqué? Zoonóticas… es decir, pasan de un animal vertebrado a los humanos. Un caso conocido es el de la fiebre amarilla: los monos suramericanos son hospederos del virus fiebre amarilla y, si un mosquito Aedes los pica y luego pica a un humano, transmite la fiebre amarilla. Los animales más comunes involucrados en las enfermedades zoonóticas son los murciélagos y los ratones.

Muchos animales están involucrados en el ciclo de enfermedades de humanos. Pero eso no explica qué hace un biólogo y un veterinario metidos en investigación en salud. Para explicarlo, voy a usar mi experiencia personal. Yo soy bióloga y trabajo en una línea de investigación que se dedica a estudiar enfermedades transmitidas por vectores, particularmente la malaria. Nosotros no estudiamos los casos humanos, los cuales son muy importantes, sino que estudiamos a los vectores. El conocer la historia del vector, su ecología y comportamiento, nos puede ayudar a encontrar formas de interrumpir la transmisión de las enfermedades, de hacer predicciones sobre los brotes y de encontrar formas de controlar las poblaciones de los vectores.

Uno de nuestros grandes obstáculos es la emergencia de la resistencia a insecticidas, que significa que los mosquitos no se mueren al echarles Baygon o Raid, o con las nebulizaciones que hacen los del Ministerio de Salud. Este en un problema global y las condiciones en las que emerge la resistencia son locales. Junto con esto, resulta que el mecanismo en el que el mosquito se vuelve resistente al insecticida puede ser genético, bioquímico, cuticular o puede estar mediado por las bacterias simbiontes de su estómago. O sea, más obstáculos.

Como mencioné antes, el fin es ayudar a interrumpir la transmisión de enfermedades y que eso se refleje en la incidencia de casos. Sin embargo, son tantas variables que pueden influir en la transmisión, que de seguro estaremos ocupados por mucho tiempo. Otro ejemplo, en el tema de malaria: la principal medida de protección contra la picadura del mosquito es usar mosquiteros impregnados con insecticida. Sin embargo, el comportamiento del mosquito puede influir. ¿Prefiere picarte en la cara, en el abdomen, en el pie?  Muchos de los mosquiteros nuevos están reforzando con más insecticida el área en el que el mosquito es más probable que te pique. Pero, ¿y si las preferencias cambian? ¿Y si mi mosquito latinoamericano no tiene las mismas preferencias para picar que un mosquito africano? Hay que seguir estudiando más.  

Okay, ya entendimos que los biólogos y bioquímicos pueden ayudar estudiando la ecología, el comportamiento del vector y mecanismos genéticos. “¿Y los veterinarios?” A eso voy.

Veamos el caso de la rabia. Una de las formas más comunes de contagiarse con rabia es al exponerse a la mordedura de un perro no vacunado. Y ¿quién vacuna al perro? ¡Siiii, un veterinario! En algunos estudios, se ha evaluado que la cobertura de la vacunación de los perros es uno de los factores más importantes para la eliminación de la rabia. Logrando el efecto rebaño los perros vacunados “protegen” a los no vacunados y la transmisión de rabia disminuye. No suena tan difícil ¿no? Pues sí, es difícil. En muchos países latinoamericanos, la estimación del número de perros por parte de los ministerios involucrados ha sido tan mala, que la transmisión de rabia se mantiene. Basándome en mi experiencia, el veterinario científico no necesariamente hace la vacunación o atiende pacientes animales, sino que  hace investigación, se basa en ciencia y con esto, propone estrategias para ayudar a interrumpir la transmisión de la rabia. No es un trabajo fácil, toma tiempo y dedicación, y sobre todo, paciencia.

Estos años trabajando en salud me han enseñado que una visión multidisciplinaria es necesaria para lograr eliminar enfermedades y para evitar la emergencia o re-emergencia de otras. Todos trabajamos bajo un mismo fin, en un ecosistema que conecta todos los seres vivos. Las enfermedades son comunitarias y ecosistémicas, no son aisladas afectando solo a los humanos. Hay muchas otras enfermedades que tienen ese enlace entre los seres humanos y su ecosistema como influenza, Ébola, hantavirus, Nepah. La labor que todos hacen con el fin de controlar las enfermedades es admirable. La pasión y la meta de lograr la eliminación de las enfermedades los hace seguir, aun cuando se descubren más obstáculos o las personas involucradas en política no quieren colaborar. Mi respeto y admiración a todos los colegas que pasan horas y horas trabajando, que durante vacaciones cuidan las colonias de sus vectores (el mosquito no sabe si es Navidad y te toca descansar) y que entregan todo de sí para lograr un impacto positivo.

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Mientras lees esto, en este momento, en uno de los brotes de Ébola más horribles de los últimos años en República Democrática del Congo, muchas personas luchan por controlar la transmisión. Han muerto demasiadas personas, se han contagiado más de 1000, y encima de todo, deben soportar el horror de la guerra. Ha habido ataques directos a los campamentos de salud, en los cuales personas de muchas nacionalidades trabajan día y noche por atender a los enfermos… y por allí, cerca del brote, están los biólogos y veterinarios buscando el animal reservorio. La evidencia apunta a los murciélagos de la fruta, pero las investigaciones deben seguir.

Recomendación de la autora:

“Este es un tema muy extenso y muy interesante. Para quienes quieran aprender más, les recomiendo el libro Spillover de David Quammen.”

Yaimie López
FunFact!

Hay una especie zoonótica de malaria, en la que los macacos son el reservorio. Por cierto, la malaria en origen es zoonótica de hace miles de años y parece venir de un parásito de los gorilas que se seleccionó para infectar a los humanos.



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