Simplemente es más fácil ignorar ese contenido que seguir leyendo cosas que nos hacen sentir mal. Pero el problema de los mensajes sobre el cambio climático es mucho más complejo que esto. No se trata sólo de “sentirse mal” o “ser culpado”. En su libro “Don’t Even Think About It: Why our brains are wired to ignore Climate Change”, George Marshall se sumerge en la psicología humana y en por qué actuamos como lo hacemos en diferentes circunstancias amenazantes.
Lo que no me ha gustado
Esta vez ni siquiera es una crítica sobre el libro en sí, sino más bien una advertencia general. Este libro puede ser emocionalmente desafiante. El autor incluyó entrevistas con personas de tantas posturas diferentes en torno al cambio climático que a veces puede incomodar o enfadar. Pero esta diversidad de opiniones también es muy importante y, en este caso, creo que hace más fácil empatizar con quienes tienen opiniones diferentes a las nuestras (no, no estoy diciendo que el Cambio Climático sea cuestión de opiniones, pero las medidas que hay que tomar sí implican más que la ciencia).
Lo que me ha gustado
Para un tema tan denso -el cambio climático y la psicología humana- este libro es realmente muy ligero y fácil de leer. En realidad, es una gran lección en sí misma para el movimiento climático, que todos podemos estar de acuerdo en que ha fracasado masivamente en la comunicación efectiva.
Este fracaso en la comunicación, por desgracia, no tiene fácil solución. Pero este libro proporciona muchas ideas sobre la psicología humana que creo que tienen mucho valor para la comunicación de este y otros temas complejos también.
Desde una perspectiva económica, siempre me ha parecido lógico hacer algunos pequeños sacrificios ahora para obtener mejores beneficios a largo plazo. Sin embargo, nunca había pensado en ello desde diferentes perspectivas religiosas -al menos no de forma positiva- y este libro me dejó pensando en ello. En mi vida personal, he tenido conversaciones con personas religiosas que me han dicho que la conservación es inútil porque “dios tiene un plan”. Ignorando el divino insulto a mi carrera, pregunto: “¿y si arruinamos el plan?”, pero eso también es parte del plan – aparentemente. Francamente, desde mi preadolescencia, he tenido malas tras malas experiencias con la religión y no me resulta fácil ver su lado bueno, pero sé que hay cosas buenas allí. En este libro, el autor incluso propone que podríamos tomar algunas estrategias de los movimientos religiosos para el movimiento climático.
Desde un punto de vista científico, comparto la preocupación de que tratarlo como un “movimiento religioso” de cualquier manera podría hacerlo parecer una “ideología” o “mitología” o simplemente algo de “opiniones”. Sin embargo, para muchas -muchas- personas ya se considera una “ideología”, nos guste o no. Desde el punto de vista de la comunicación, debo aceptar que veo mucho valor en explorar estrategias religiosas.
Es posible que algunos contextos históricos ya no sean válidos hoy en día (el libro es de 2015), pero sigue siendo útil y da para reflexionar, y lo recomiendo absolutamente. También es útil para entender nuestro propio comportamiento & por qué no siempre es fácil hablar de esto. Desde el efecto espectador & la conspiración del silencio hasta “lo que el movimiento verde puede aprender del movimiento de dios”, este libro proporciona muchas herramientas.